Los isquiotibiales son músculos que se ubican en la parte posterior de los muslos. Más específicamente en la parte alta, por debajo de los glúteos y por encima del lado trasero de la rodilla. Concretamente, comienzan en el isquión de la cadera y se extiende hasta la rodilla.
Es muy común entre los runners sufrir lesiones asociadas a estos músculos, ya que es uno de los grupos musculares que más sufre en los entrenamientos. Esto se debe a la exigencia a la que se someten, siendo necesarios para flexionar las piernas, mantener la postura y dar movilidad a las caderas en cada paso que damos al correr.
El acortamiento de los isquiotibiales es una lesión que se caracteriza por una disminución importante y progresiva de la elasticidad de este músculo, limitando la amplitud de movimientos. Entra sus causas más comunes están las propias del género (los hombres suelen ser menos flexibles que las mujeres), el sedentarismo, disminución de movimiento articular, las alteraciones articulares y posturales. En otras palabras, la tendencia a padecer el acortamiento de los isquiotibiales depende de factores genéticos, pero el sedentarismo y la falta de elongación en los corredores empeorarán notablemente este cuadro. Una de las consecuencias más comunes debido a esto son dolores de espalda.
Para evitar este tipo de problemas, lo mejor es mantener tus músculos en perfecto estado elongándolos siempre después de cada entrenamiento o competencia. De esta manera se eliminan tensiones y malas posturas, manteniendo la elasticidad natural.
¿Sufriste alguna vez de una lesión en el isquiotibial?