Está comprobado que para los corredores de calle, es mejor entrenar al aire libre que en la cinta. Esto se debe a que se acostumbran a los agentes propios de la naturaleza y el clima que tendrán que enfrentar en una carrera. Aunque muchos expertos dicen que correr al aire libre proporciona un entrenamiento más eficaz, correr en la cinta también puede ser beneficioso para tu preparación como runner.
Entre sus ventajas podemos enumerar que, al ser la superficie de la cinta menos rígida que el asfalto, tus rodillas, caderas y tobillos sufren menos impacto al correr, en comparación a correr en el asfalto.
También, si corres en la cinta del gimnasio, puedes parar en medio del entrenamiento en caso de que lo necesites. A diferencia de cuando corres por la calle y necesitas parar por cualquier motivo (dolores, molestias, fatiga), y puede que te encuentres con un largo camino a casa.
En paralelo, el correr sobre la cinta permite tener un mayor control del entrenamiento, ya que en la mayoría de ellas se puede ajustar la velocidad y la inclinación. Esto puede ayudarte a tener más en claro cómo fue tu entrenamiento del día, e incluso puedes realizar trabajos de cambios de ritmo, cuestas o simular pasadas.
Por último, un tema no menor es el de la seguridad. Sobre la cinta no necesitas preocuparte por la presencia de perros, automóviles, motociclistas, pozos, el mal clima o posibles robos. A su vez, podrás entrenar escuchando tu música favorita sin necesidad de estar alerta a lo que pasa a tu alrededor. Por todo eso y mucho más, si bien no reemplaza a los trotes al aire libre cuando se trata de preparar una competencia, la cinta de trotar es una buena aliada para los corredores.
Y tú, ¿complementas tu entrenamiento utilizando la cinta?