Seguramente cada corredor ha escuchado más de una vez la recomendación de realizar entrenamientos cruzados, combinando el running con otro tipo de trabajos. Pero para aquellos que no les gusta entrenarse con pesas o máquinas, la actividad puede llegar a ser tediosa y aburrida.
Una solución en estos casos, es la práctica de entrenamiento funcional, una modalidad que también trae muchos beneficios para los runners. A diferencia del entrenamiento clásico de un gimnasio, que trabaja sólo un grupo de muscular en cada ejercicio, el entrenamiento funcional es una actividad que ejercita todos los músculos de una manera integrada. Una de las regiones que ejercita y fortalece es la llamada "core", que es la zona central del cuerpo (comprendida por el pecho, abdomen, espalda y cadera).
Esta zona es muy requerida en el running, por ser la encargada de estabilizar al cuerpo. Invertir en el fortalecimiento de este grupo muscular es fundamental para cualquier corredor que tenga como objetivo mejorar el rendimiento, ya que es el que soporta el peso del cuerpo. Mientras más fuertes estén estos músculos, más será el tiempo que el runner pueda mantener una buena postura mientras corre.
Generalmente las sesiones de funcionales son alegres y desafiantes, porque utilizan diferentes materiales como pelotas y elásticos. Para que el runner mejore su desempeño en el asfalto a través de la actividad, se deben priorizar los ejercicios de fuerza, la flexibilidad, el equilibrio, la coordinación y la resistencia.
Por lo tanto, el entrenamiento funcional es capaz de dar al corredor una mejora en la resistencia cardiorrespiratoria y muscular, y le ayudará a prevenir lesiones por esfuerzo o marcha inadecuada.
Y tu...¿Ya probaste cruzar tu rutina con el entrenamiento funcional?