Una correcta respiración es fundamental para correr de manera eficiente. Cuando esto ocurre, aumenta la oxigenación de los músculos y por lo tanto tendrás algo de energía adicional, ayudando a incrementar tu resistencia.
Una buena técnica para mejorar la respiración es practicando la respiración abdominal o diafragmática, en lugar de hacerlo desde el tórax. Esta manera de respirar es la forma más natural de hacerlo, y permite absorber más oxígeno. Si bien la respiración torácica puede ser un hábito difícil de cambiar, es posible trabajar la respiración diafragmática fuera de los entrenamientos, en las actividades diarias.
No intentes hacerlo mientras corres ya que esto será una misión demasiado complicada, especialmente cuando se desea mantener un buen ritmo. ¿Cómo hacerlo? Tomate un tiempo varias veces al día y concéntrate en llenar de aire la parte baja de los pulmones. Notarás cómo se expande y llena de aire el diafragma en tu abdomen.
Otro ejercicio práctico para ejercitarlo es acostarse boca arriba, poner sobre el estómago un objeto como por ejemplo un libro, y levantarlo y bajarlo cada vez que se respira. De esta manera, se genera hábitos que posteriormente se transfieren a la práctica del running.
Y tu, ¿respiras correctamente?