Muchos de nosotros las consumimos desde niños, sin saber que las semillas de girasol tienen una gran cantidad de beneficios para la salud y para nuestra actividad como runners.
Debido a que aportan una buena cantidad de vitamina E y magnesio, ayudan en la salud cardiovascular y a mejorar la circulación sanguínea. También contienen potasio, otro de los minerales muy necesarios para los deportistas y para aquellas personas que realizan esfuerzos físicos constantemente.
Además, tienen propiedades antioxidantes que ayudan a prevenir los efectos nocivos de los radicales libres y, por ende, evitar la oxidación en nuestro organismo.
Otro mineral que aportan es el fósforo, que favorece el funcionamiento del cerebro, mejora la memoria, la concentración y el rendimiento. Como si todo esto fuese poco, también aportan calcio, que ayuda a disminuir el riesgo de contraer osteoporosis y previenen la descalcificación ósea, las quebraduras y las lesiones.
Lo ideal es consumirlas peladas y crudas, acompañando cereales. Pero cuidado con las cantidades, ya que como en todos los alimentos, los excesos no son buenos. Las semillas de girasol deben consumirse en su justa medida, siendo parte de una dieta equilibrada.
Ocurre que debido a su alto valor calórico y por el sodio que contienen, es fundamental que sean ingeridas con moderación por aquellas personas que tienen problemas de presión arterial o con retención de líquidos, o que están en un plan de descenso de peso.
¿Complementas tu dieta con semillas de girasol?