Muchos corredores desconocen la importancia del almuerzo, o bien lo subestiman, y a la hora de esta comida sólo ingieren un yogur, una ensalada de fruta o una barra de cereal. No alimentarte bien al mediodía puede perjudicar en tu recuperación (si entrenas por la mañana) o en tus entrenamientos (si corras por la tarde) ya que es la comida que realizas en la mitad de tu día.
En concreto, si sólo tienes una hora para almorzar y en esa hora quieres hacer un entrenamiento corto, es importante que dejes tiempo para comer luego del entrenamiento. Lo ideal es que lleves comida en un recipiente, y si es al mediodía, debe ser a base de carbohidratos. Las ensaladas de pasta, arroz o granos (como la quínoa) son perfectas cuando vamos a hacer esfuerzos físicos y necesitamos un plus de energía. Por eso, toma nota de esta simple, rápida, rica y nutritiva receta:
Lo primero que hay que hacer es lavarla bien para quitarle el sabor amargo. Una vez lavada debes cocinarla entre 15 a 20 minutos hasta que quede blanda y sus granos comiencen a reventarse. Ya cocida, puede ser utilizada en una gran variedad de platos desde el desayuno hasta el postre.
Ingredientes:
• Quínoa cocida
• 1 tomate
• Cebolla colorada
• 1 huevo duro
• 1/2 Palta o aguacate
• Cilantro
• Nueces picadas
• Aceite de oliva, limón y sal.
Preparación:
1. Luego de cocinar la quínoa, deja que se enfríe y ponla en un recipiente.
2. Corta el tomate y agrégalo junto la Quínoa. Hace lo mismo con la palta y la cebolla.
3. Hierve un huevo durante 3 minutos. Espera que se enfríe, sácale la cáscara, córtalo y agrégalo a la preparación.
4. Pica el cilantro junto a las nueces y súmalas a la preparación.
5. Condimenta con Aceite de oliva, limón y sal.
¿En qué preparaciones usas la quínoa?