Realizar seis comidas al día debería ser algo común entre los runners, sin embargo, para muchos no lo es. Es más, muchos corredores se saltean algunas de las principales comidas como el almuerzo, y llegan a sus casas después de una jornada laboral y de entrenamiento “muertos de hambre”.
Comer unas seis veces al día es fundamental para que el cuerpo funcione equilibradamente. Este abastecimiento constante debe ser de carbohidratos, en su forma más simple: la glucosa. Este nutriente funciona como energía para tu cuerpo. Sin él, el ser humano no podría realizar las actividades diarias que requieren de un esfuerzo físico y mental. Es decir, sin la cantidad de glucosa adecuada en sangre, las neuronas no puede transmitir impulsos nerviosos y tampoco las células rojas pueden transportar oxigeno. Así de fundamental es la glucosa en tu sangre.
Si realizas ayunos prolongados, tu cuerpo empieza a obtener esa glucosa de las grasas, pero en el caso de que la persona no tenga grasas, irá en busca de ella en los músculos para mantener estables sus funciones. Pero este proceso no está libre de complicaciones ya que al transformar los aminoácidos en glucosa libera amoniaco, que en exceso causa irritabilidad, menor capacidad cognitiva, cambios de humor, disminución de los reflejos y de la performance deportiva. Para empeorar el panorama, la falta de glucosa hace que a la hora de elegir los alimentos, ya no tengas la lucidez suficiente para razonar qué alimento es el indicado o el más nutritivo. Tu organismo, en un estado de hambre “animal” elegirá según el aroma, la atracción visual y la textura. Tampoco podrás medirte con las porciones. Siguiendo este comportamiento la chances de abandonar una dieta equilibrada y la actividad física se multiplican.
Pero a no desesperar, la solución a todo esto está en aumentar las ingestas diarias. Así, tu cuerpo se sentirá con energía durante todo el día para realizar actividad física y además mantendrás una sensación de saciedad durante todo el día sin haber comida grandes porciones. Lo ideal es que entre las principales comidas ingieras una fruta o una barra de cereal y en los platos principales incluyas ensaladas, carnes magras (pescado, pollo, carne de vaca) e hidratos (pan integral, arroz, pastas). Evita comer porciones muy abundantes y grasas, azúcares en exceso, bebidas alcohólicas y alimentos fritos.Si tienes hambre o sed significa que tu alimentación e hidratación no fueron las que tu cuerpo necesitaba.
¿Cuántas comidas realizas diariamente?