La maca es un vegetal que a simple vista se parece a un rábano o a un nabo, y que tiene extraordinarias propiedades energizantes.
Su gran raíz de tres a seis centímetros de ancho y 4,7 centímetros de longitud, puede ser de color amarilla, negra o roja, y aunque en muchos lugares su consumo es relativamente nuevo, se sabe que ha sido cultivada en buena parte de la región andina desde hace más de 2.500 años.
Si bien su propiedad más conocida es el aporte energético a nivel de sistema nervioso (favoreciendo la capacidad de concentración), tiene muchos otros beneficios avalados en diferentes estudios, como la mejora en el rendimiento deportivo y una mayor recuperación post ejercicio, retrasando la aparición de fatiga muscular. También regula el ámbito hormonal, favorece la circulación sanguínea, y nos ayuda a dormir mejor teniendo un sueño más profundo y reparador a la vez. Pero eso no es todo: por su poder antioxidante retrasa el envejecimiento celular, refuerza y fortalece cabello, uñas y huesos, y ayuda a reducir el estado de estrés.
Nutricionalmente, la maca tiene una composición equilibrada, muy parecida a la de los cereales, y es ahí donde radican sus propiedades: entre 2-2,4 % de grasas, un 8% es fibra, un 10% de proteína y un 60% de hidratos de carbono. También, tiene una gran fuente de fitoesteroles que además de estimular nuestro sistema inmunológico nos ayudan a luchar contras los altos niveles de colesterol en nuestro organismo.
¿Complementas tu dieta con maca?