Hemos escuchado hasta el hartazgo que "somos lo que comemos", así que si quieres buen combustible para tus entrenamientos, aquí van algunos consejos para que cuides tu dieta diaria:
1. Consume alimentos ricos en nutrientes. Por ejemplo, si vas a preparar una ensalada, recuerda la regla que dice que cuantos más colores tenga, más variedad de vitaminas y minerales contendrá. También, en estos casos intenta sustituir productos procesados por frijoles, nueces, frutas en pasas o maíz. Además de darle sabor y textura, harán que sean comidas más completas.
2. Basta de productos procesados. Si bien muchos runners reducen la ingesta de este tipo de alimentos, no se deshacen completamente de ellos. Elige siempre los alimentos naturales, no industrializados, y utilízalos para hacer tus propias comidas. De esta forma siempre tendrás la seguridad de saber lo que estás metiendo en tu organismo.
3. Elimina el azúcar. Hacerlo es un proceso que puede llevar su tiempo, pero realmente vale la pena. El azúcar y otros endulzantes no hacen más que cambiar el sabor original de los alimentos, creándonos una dependencia y haciendo que todo tenga un sabor similar. Además, aportan gran cantidad de calorías pero sin nutrirte, lo que conlleva a los antojos comentados anteriormente.
4. Agrega muchas proteínas. Sin suficiente proteínas para recuperarte de tus entrenamientos, te quedaras con hambre todo el tiempo. Puedes consumir proteína de productos animales (carnes magras, leche o derivados como el yogurt), o combinar granos con legumbres.
5. No dejes de lado las grasas buenas. Aceite de oliva, nueces, almendras, aguacate o palta, y pescados que contienen omega 3.
6. Bebe mucha agua, de a sorbos, durante todo el día. El cuerpo es como una huerta que necesita ser regada, y no sólo importa la cantidad de agua que le pongamos sino como lo hagamos. Por ejemplo, podemos regar la tierra con 20 litros al día, pero no causará el mismo efecto si tiramos toda esa cantidad de una sola vez, o si lo hacemos lentamente, con un aspersor, dividiendo el riego durante toda la jornada. Nuestro organismo actúa de una manera similar, y si bebemos mucho líquido todo junto, no haremos más que perderlo prácticamente e inmediato, a través de la orina. Si, en cambio, bebemos la misma cantidad distribuyéndola durante todo el día, le daremos al cuerpo los tiempos necesarios para que la absorba.
¿Llevas a cabo estos tips en tu dieta?