Sea cual sea el nivel de rendimiento, en mayor o menor medida todos los runners aspiramos a mejorar nuestras marcas personales. Y parar bajar los tiempos y correr más rápido hay un sólo secreto: entrenar la velocidad y la zona anaeróbica.
Ya sea para 5k o un maratón es muy importante trabajar los ritmos rápidos. Las sesiones de entrenamiento que incluyen series mejoran el ritmo de carrera, el movimiento de las articulaciones, la técnica y el largo de la zancada. Es por eso que se llaman entrenamientos "de calidad", es decir que allí lo importante no es la cantidad de kilómetros recorridos. Las sesiones de velocidad no pueden suponer más del 15% del kilometraje total que corras en la semana.
Y cuidado, no se trata solo de correr fuerte durante algunos metros. Hay ciertas leyes básicas que deben ser respetadas. Por ejemplo, siempre un entrenador debe planificar minuciosamente las series, su distancia, tiempo, velocidad, frecuencia y descansos intermedios en base a las condiciones de cada runner. Esto ocurre porque cada persona es diferente, y tiene distintas capacidades, necesidades y fisiología, y tus entrenamientos deben ser planificados a medida y seguidos por un profesional. También es importante tener en claro que se trata de empezar de a poco. Seguramente tu planificación contemplara por ejemplo un día de series a la semana, para que tu cuerpo tenga un período de adaptación.
Además, no olvides nunca calentar previamente, y elongar tus músculos. En todos los entrenamientos es importa empezar y terminar suave para adaptar el cuerpo al esfuerzo. Antes de comenzar con las series corre 10 minutos de forma muy suave, para que tu organismo entre en calor. Luego estira suavemente y realiza tres o cuatro piques cortos y rápidos, de apenas unos 50 metros. Después del trabajo de velocidad, recuerda hacer una vuelta a la calma, trotando suavemente otros 5 a 10 minutos, seguidos por estiramientos un poco más prolongados e intensivos.
¿Incorporas series en tus entrenamientos?