Entre las lesiones más frecuentes entre los runners se encuentra la fascitis plantar. Consiste en un proceso degenerativo del tejido fascia plantar que provoca dolor en la planta del pie y en la región medial del talón, más fuertemente por la mañana o al iniciar la actividad. La fascia plantar es un tejido grueso que se origina en el hueso calcáneo y lo conecta con los metatarsianos en la parte anterior del pie. Se puede palpar fácilmente, debajo del pie, a la altura del arco, especialmente cuando levantamos los dedos hacia atrás.
¿Por qué aparece esta lesión? Comúnmente, la fase de apoyo de la marcha se inicia con el impacto del talón sobre el suelo. En ese momento el talón soporta una fuerza de hasta tres veces el peso del cuerpo, y la fascia plantar es el tejido encargado de absorber y transmitir esta carga, junto con la almohadilla plantar y los músculos intrínsecos del pie. Cuando la fascia plantar está inflamada, degenerada o el peso es mayor, puede ser incapaz de realizar su función de forma correcta. Esta inflamación ocurre como consecuencia de micro-traumatismos acumulados a lo largo de días o meses de entrenamiento, y puede estar relacionado con alteraciones en la anatomía y biomecánica del pie. En otras palabras, muchas veces esta lesión se debe a una mala técnica de carrera, y parece más frecuente cuando corremos en terrenos irregulares.
Además, hay otras causas frecuentes de la fascitis plantar, como el acortamiento de los gemelos, los músculos de la parte trasera y baja de la pierna. Por lo tanto, siempre es aconsejable mantener estirados estos grupos musculares, realizando ejercicios de elongación a diario y especialmente luego de entrenar. También se aconseja colocar hielo en la zona inflamada, y realizar auto masajes con frecuencia. Por último, no descartes realizar un estudio de pisada para confeccionar plantillas especiales, que corrijan tu técnica de carrera y así dejes atrás o evites este problema.
¿Alguna vez sentiste un dolor en la planta del pie mientras corrías?