En mayor o menor medida, a todos nos pasa, o nos ha pasado: para un runner es normal sentir agotamiento. La fatiga es un grado anormal de agotamiento durante o después de realizar actividad física. Los principales síntomas son cansancio generalizado, agotamiento fácil y sin motivo.
Las principales causas suelen ser sobre entrenamiento, desórdenes alimenticios, falta de sueño y estrés físico y mental. También, la toma de sedantes también puede originar una sensación desagradable de falta de iniciativa y fatiga fácil, pero los estados más agudos suelen tener un origen metabólico a nivel muscular, por enfermedad reciente, por realizar un ejercicio para que él no se está preparado o por hiperactividad muscular.
En normal que los estados de fatiga sean peores por la tarde, y se incrementan con la actividad, disminuyendo cuando se suman horas de sueño y descanso. Por lo tanto, a este estado de agotamiento general debes frenarlo antes de que sea tarde. En muchos casos se entra en un círculo vicioso del que es complicado salir: tienes poca energía, el cansancio te invade y esto hace que a su vez no tomes las medidas necesarias para evitarlo. Sólo tienes que proponértelo, a menos que quieras terminar abandonando el entrenamiento.
A continuación, algunos consejos para enfrentar la fatiga:
• Antes de entrenar hidrátate bien. Si el ejercicio dura más de una hora bebe agua mientras corres.
• Al terminar de entrenar, realiza una vuelta a la calma, sin detenerte de repente. El ejercicio suave al terminar una actividad intensa ayuda a eliminar el ácido láctico.
• Los estiramientos también te ayudan a eliminar toxinas. Mantén cada posición entre 15 y 25 segundos.
• Si tu entrenamiento fue muy intenso, una buena medida es ducharte con agua en temperatura natural, o sumergir los músculos de tus piernas en una bañera con agua fría. Esto evita la inflamación y favorece la recuperación.
• Aliméntate bien. Incluye en tu dieta pastas, carnes, frutas, verduras y bebe mucha agua durante todo el día. Asegúrate de hacer las seis comidas al día y si es necesario consulta con una nutricionista.
• Conversa con tu entrenador para ver si es necesario disminuir las sesiones de entrenamiento y aumentar los días de descanso. Si no lo haces, es muy probable que termines lesionado y desmotivado. Por último siempre recuerda que lo más importante es tu salud y no bajar tus marcas. Recuérdate y luego vuelve a entrenar.
¿Cómo sueles manejar la fatiga?