Tanto sabrosos como prácticos y energéticos, los higos secos son un bocadillo ciento por ciento natural que puede ser de gran utilidad en la dieta de un runner, especialmente entre los que no cuentan con demasiado tiempo para realizar comidas entre el trabajo y los entrenamientos diarios.
Las razones son tan simples como contundentes: son ricos en azúcares, minerales y fibras, tienen altos niveles de varios minerales fundamentales para el correcto funcionamiento del cuerpo. Además, son prácticos para comer en el ciclismo e incluso mientras corres. Y como si fuese poco, por ser un alimento natural es de fácil absorción y más tolerable para el estómago.
Los higos secos benefician el intestino por sus altos niveles de fibra y por su aporte de potasio ayudan a regular la presión arterial. Son bajos en grasas y colesterol y altos en minerales, aunque tienen bajas cantidades de sodio. Estas propiedades ayudan a mantener la presión arterial y reducen la retención de agua. El potasio, que contienen en buenas cantidades, es también importante para los músculos.
Entre los frutos secos, los higos son los que aportan mayores niveles de calcio. Fortalece los huesos, y reduce el riesgo de osteoporosis. Tienen magnesio, un mineral que ayuda a aliviar la fatiga, relajando los músculos, nervios y vasos sanguíneos. Otra de las características que benefician a los corredores es que son ricas en cobre por lo que reduce el riesgo de enfermedades inflamatorias, mejora la actividad de las enzimas que mantiene la elasticidad de los vasos sanguíneos, ligamentos y articulaciones.
También es para tener en cuenta que este fruto tiene una cantidad moderada de hierro, un mineral necesario para transportar el oxígeno en sangre. Y recuerda que sin suficiente hierro en la dieta, la entrega de oxígeno a las células disminuye causando cansancio y debilidad.
¿Incluyes higos en tu dieta?