Aunque parezca una obviedad, de vez en cuando está bien recordar que todos los corredores, inclusive los más experimentados, alguna vez tuvieron sus primeros pasos en este deporte. Y esos momentos no corrían largas distancias ni a altas velocidades. Sucede que muchos principiantes ven a otros runners que llevan mucho tiempo en esto y buscan imitar sus sesiones, lo cual indefectiblemente los llevará al fracaso y a la frustración.
Uno de los mejores métodos para quienes se inician a correr es el de alternar trote suave y caminata. Aún cuando sientas que puedes dar más, es importante realizar este tipo de ejercicios son suma paciencia, ya que de esta forma tu sistema cardio respiratorio estará mejorando notablemente, adaptándose al running y creando una sólida base que te permitirá luego correr más y mejor. Un ejemplo práctico de cómo hacerlo es el de trotar (siempre suave) 30 segundos y caminar 30 segundos, durante 25 minutos. En ese lapso de tiempo es muy probable que sientas ganas de trotar más, pero es muy importante no hacerlo y respetar el plan, ya que de esta forma será como tu cuerpo se irá fortaleciendo y preparando para más.
Realiza esta sesión 3 veces por semana, durante 14 días, para luego pasar a la siguiente fase: trota 40 segundos, y camina 20, durante media hora. También repitiendo durante dos semanas, para pasar luego a la tercera etapa: trota un minuto, camina 10 segundos, durante media hora, por otras dos semanas. La cuarta y última etapa será de dos a tres fracciones de 10 minutos de trote suave, con intervalos de 1 minuto caminando. De esta forma habrás realizado un plan de adaptación y fortalecimiento cardio vascular de 8 semanas, que te dejará en muy buenas condiciones para comenzar a correr sin necesidad de detenerte.
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