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Historias de vida: Roger Bannister

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Roger Bannister nació en Harrow, Reino Unido, el el 23 de marzo de 1929. Hijo de una familia adinerada, se educó en algunas de las mejores escuelas de Inglaterra, alternando el atletismo con sus estudios de medicina en la Universidad de Oxford.

Comenzó a practicar atletismo en a sus 17 años, y aunque fue preseleccionado para los Juegos de Londres 1948, declinó ser olímpico porque no se sentía preparado. En 1950 logró una medalla de bronce en los 800 metros de los Campeonatos de Europa disputados en Bruselas.

Dos años más tarde participó en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952, donde estuvo cerca de lograr una medalla, finalizando cuarto en los 1.500 metros con 3:46,0. Pero su hazaña más importante y por la que es más conocido la realizó el 6 de mayo de 1954 en el transcurso de un encuentro atlético que tuvo lugar en las pistas de Iffley Road en Oxford. Había 3.000 espectadores presenciando la prueba, y Bannister logró la victoria en la milla (1,609344 kilómetros) con un tiempo de 3:59,4 siendo el primer hombre en la historia en bajar de los 4 minutos en esta distancia. Hasta que lo hizo, la mayoría de la gente creía que esa marca era imposible de romper.

Inclusive algunos sostenían que se el cuerpo humano iba tan rápido se colapsaría con la presión. Pero Bannister probó que estaban equivocados. Entrenó a su manera, a veces no tanto tiempo como hacían sus competidores, y creyendo que podría hacerlo.

Los expertos creían que el récord solo podría ser roto en un día sin viento y unos 20 grados centígrados en una pista de arcilla seca y dura. El 6 de Mayo de 1954 no era ese día; hacía frío y había demasiada humedad. Roger había descansado cinco días antes porque así tendría energía tanto física como psicológicamente. Aunque las condiciones eran malas, corrió la carrera y la ganó con un tiempo de 3 minutos y 59,4 segundos, lo que supuso un nuevo record mundial.

Dos meses después, el corredor australiano John Landy le arrebató su marca, con un tiempo de 3,58 minutos, pero al cabo de pocos meses ambos se enfrentaron en la misma distancia y Bannister, pese a no lograr un nuevo récord, venció a Landy; ambos marcaron un tiempo por debajo de los cuatro minutos.

En diciembre del mismo año, Bannister abandonó el atletismo para dedicarse al ejercicio de la medicina. Un año más tarde se publicó su autobiografía, La milla de cuatro minutos (1955). En 1975 se le concedió el título de sir, y en 2012 portó el fuego olímpico de los Juegos de Londres. Y lo hizo sobre la pista, ahora sintética, en que rompió la barrera de los cuatro minutos, en el estadio que ahora lleva su nombre.