Algunas mujeres temen a realizar ejercicios de fortalecimiento, pensando que por ello van a ganar demasiada masa muscular y con ello a perder feminidad. En primer lugar, hay que aclarar que esto es un mito totalmente falso, ya que hay varios factores que impiden que una mujer desarrolle hipertrofia muscular. El principal motivo tiene que ver con las hormonas: por lo contrario a lo que ocurre en los hombres, ellas producen mucho estrógeno muscular y muy poca testosterona, que es la hormona encargada de eliminar grasa y generar masa muscular.
En las mujeres adultas el proceso de crecimiento del esqueleto y los músculos ha terminado, por lo que no se pueden esperar aumentos significativos de tono muscular. Dicho de otra forma: la naturaleza femenina está en contra de generar masa muscular en exceso. Por lo contrario, si pueden mejorar (y mucho) su fuerza y el tono muscular, pero muy difícilmente puedan generar hipertrofia muscular.
El segundo gran motivo por el cual desterrar este mito tiene que ver con los métodos de entrenamiento para generar hipertrofia, que debe ser muy minucioso. No por ir al gimnasio y trabajar con algunas máquinas una mujer va a desarrollar masa muscular que la lleve a perder algo de su aspecto femenino. Quienes se dedican al físico culturismo, además de llevar una dieta muy estricta que permite esto, trabajan con altas cargas de peso, y con rutinas especiales.
En síntesis, las rutinas de trabajo normales, en donde se trabajan cargas moderadas y muchas repeticiones mejora el tono muscular pero no produce hipertrofia. También mejoran la fuerza, por lo que son ideales para complementar con los trabajos de running, principalmente para quienes quieren mejorar su performance deportiva.