A pesar de llevar una vida muy activa, lograr que la balanza marque unos kilos menos puede ser algo muy complicado para muchos runners. Si realizas actividad física y comes saludablemente esto no debería ser un problema, a menos que estés haciendo lo incorrecto. Por eso, veamos algunos de los mitos más frecuentes en este aspecto y descubramos por qué son incorrectos, y qué es lo que debes hacer para eliminar ese sobrepeso.
El primer punto tiene que ver con favorecer la sudoración. ¿Cuantas veces vemos a runners corriendo con abrigos para así intentar bajar de peso? Apostamos a que varias. Hay una falsa creencia popular que asegura que transpirando más adelgazas. Si, bajas de peso pero porque pierdes agua y no grasas. Ese peso que perderás inmediatamente después de realizar actividad física es equivalente a la cantidad líquido que eliminaste de tu cuerpo a través del sudor. El agua que se pierde durante la actividad física debe ser respuesta para evitar llegar a la deshidratación. Por otro lado, cuando realizas actividad física tu cuerpo sí quema grasas pero no hace falta que te abrigues de más para lograrlo.
Otro error frecuente se produce cuando pasamos hambre. Ocurre que cuando no comemos por varias horas, nuestro metabolismo se frena y se vuelve más lento para conservar energía. Se trata de un mecanismo de supervivencia que realiza tu cuerpo, al darse cuenta que no lo estás alimentando entra en un modo de ahorro. Promover la lentitud en tu metabolismo provocará que te cueste más bajar de peso. Es decir, activarlo o acelerarlo sí te ayudará a quemar calorías. Además, debes tener en cuenta que cuando tienes hambre tu cuerpo te está pidiendo nutrientes para poder seguir con la actividad diaria. En vez de no comer, opta por incorporar un fruta y verduras cada vez que tu cuerpo te pida alimentarse. Por esto, no olvides respetar las cuatro comidas.
¿Tenías en cuenta estos errores?