Cuando hablamos de técnica en running, de forma automática pensamos sólo en nuestras piernas y pies. Sin embargo, cuando corremos todo nuestro cuerpo se pone en movimiento y una correcta postura de cada una de sus partes es la clave para hacerlo de forma eficiente. Repasemos entonces:
• Hombros: juegan un papel fundamental a la hora de mantener al torso relajado, lo que a su vez es clave para una postura eficiente. Los hombros, por ende, deben ir bajos y flojos, ya que llevarlos altos genera tensiones. Si esto ocurre, inmediatamente muévelos para liberar así tensión. Además, evita que los hombros vayan de lado a lado con cada zancada, deben permanecer horizontales.
• Brazos: acompañan y equilibran la zancada, y además ayudan en la propulsión. Por eso deben ir hacia adelante y atrás, y nunca cruzarse por adelante de tu pecho hacia los costados. Los codos deben ir flexionados en 90 grados, y no deben pasar hacia adelante de la línea vertical del cuerpo, es decir que la propulsión se hace hacia atrás.
• Cabeza: mira siempre hacia adelante pero de forma natura. No lleves tu vista hacia los pies, pero tampoco hagas que tu mentó sobresalga hacia adelante.
• Torso: si llevas bien los codos, la cabeza y los brazos, será difícil que tu torso se descoloque. Correr erguido te permitirá respirar de una forma más eficiente.
• Caderas: son tu centro de gravedad, y por lo tanto debes evitar que tu pelvis vaya girada hacia atrás ya que esto descolocaría la postura del torso.
• Piernas: no exageres la elevación de tus rodillas, salvo en los sprint finales de una carrera o en un entrenamiento de series de velocidad. Si vas a correr en rodajes continuos y largos, levantarlas sería una pérdida de energía.
• Pies: nunca deben pasar por delante de la línea vertical imaginaria trazada por tu rodilla. Al caer, deben estar en el suelo el menor tiempo posible, y empujar con fuerza hacia atrás. Mantén el tobillo flexionado, a medida que tu pie se apoya en el suelo para crear más fuerza de impulsión. Si el movimiento está bien hecho, deberías sentir que la musculatura de tus gemelos te está propulsando con cada paso. Otro buen indicio de las cosas bien hechas está en el ruido: los buenos corredores dan pasos silenciosos.
¿Sientes que mantienes una buena postura al correr?