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Lesiones: condropatía rotuliana

ESPN Run

Lamentablemente las lesiones son parte del deporte, y en una actividad tan exigente como el running pueden aparecer algunas relacionadas con cargas inadecuadas o malas prácticas. Una de ellas es la condropatía rotuliana, también llamada síndrome de dolor femoropatelar o condromalacia rotuliana, que son diferentes términos para referirse a la misma lesión de rodilla.

Esta dolencia afecta a la rótula, que es un hueso sesamoideo sin fijaciones articulares como las de otras articulaciones, y que se desliza sobre el fémur por su tróclea (como si fuera un riel), durante los movimientos de flexión/extensión de la rodilla e incluso de las rotaciones automáticas de la tibia y el fémur. Este hueso está rodeado por un cartílago articular, un componente muy especial de nuestro organismo. Existen distintos tipos de cartílagos, pero el más abundante es el que se encuentra en los extremos de los huesos, donde estos se articulan.

Un cartílago articular sano permite la movilidad fluida de nuestras articulaciones sin dolor y con una fricción mínima entre los huesos. Pero cuando una condromalacia rotuliana lo afecta, esto se ve comprometido. En cuanto a los síntomas de esta lesión, los principales son un fuerte dolor en la cara anterior de la rodilla, típicamente relacionado con la actividad física y que empeora al subir y bajar escaleras o al correr por superficies duras. Este dolor también aumenta tras una prolongada flexión de rodilla como por ejemplo al conducir, al estar sentados en el cine, o agachados. En estos casos el dolor se acompaña de sensación de rigidez y dificultad para extender la rodilla.

Esta lesión se tiene como causas principales a cuestiones mecánicas como desalineaciones producidas muchas veces por el uso de un calzado inadecuado o demasiado viejo, sobre entrenamiento, sobrepeso y acortamientos de la musculatura de la parte posterior del muslo, aunque hay otras. Por lo tanto, ante la aparición de síntomas es necesario recurrir a un especialista para que se diagnostique correctamente y se indique un tratamiento. En este proceso es fundamental una observación, atendiendo especialmente a la postura, hábitos alimenticios, tipo de deporte que practica, actividad laboral, tono muscular, para poder equilibrar las así las fuerzas que estabilizan la rótula y disminuir por tanto la presión excesiva. Al haber inflamación, siempre se recomienda reposo temporal, y aplicación de hielo en la zona, con sesiones de 20 minutos varias veces al día.

Además, es importante resaltar que mantener fortalecidos a grupos musculares como los cuádriceps y el vasto interno, disminuyen los riesgos de contraer esta lesión, al permitir una correcta alineación de la rótula.

¿Te preocupo algún dolor en tus rodillas?