La canela es uno de los saborizantes más comunes en todo el mundo, y está presente en los mercados de prácticamente todo el planeta. Su esencia dulce y color madera han sido conocidos casi desde el principio de los tiempos como una de las fragancias más cálidas y suaves. Derivada de la corteza de los árboles de canela nativos de Sri Lanka, ha sido usada por milenios como una especie, una medicina y uno de los productos básicos y muy valiosos en valor mercantil.
La canela generalmente se comercia en forma de rama o de polvo molido. De cualquier manera, la mejor forma de preservar su frescura es almacenarla en un contenedor de vidrio en un lugar fresco y oscuro (el refrigerador funciona). Es un ingrediente popular en recetas y añade un sabor ligeramente picante a numerosos platos y bebidas, y aunque probablemente sea más posible que consumas sólo la mitad de una cucharada de canela, esta cantidad puede brindarte beneficios nutricionales. Estas tienen que ver principalmente con sus elevadas cantidades de calcio y fibra, pero además una cucharada provee un asombroso 22% del valor diario recomendado en el manganeso.
Y ahora te preguntarás, ¿qué función cumple el manganeso? El manganeso es un mineral que ayuda al cuerpo a formar huesos fuertes, tejidos conectivos, y coagula apropiadamente la sangre. Además, ayuda a metabolizar la grasa y los carbohidratos, regula el azúcar en la sangre, absorbe el calcio y es esencial para una óptima función cerebral y nerviosa. Como si eso no fuera suficiente, también es un componente de la enzima antioxidante superóxido dismutasa, lo cual ayuda a neutralizar los radicales libres que pueden dañar las membranas celulares y el ADN. Y como si fuese poco, los niveles adecuados de manganeso están relacionados con la prevención de la diabetes, artritis, epilepsia y hasta SPM.
Añádela a tu café o a los cereales en tu desayuno, y de esta forma no sólo le pondrás más sabor a tus comidas y bebidas sino también más nutrientes.
¿Sueles incluir canela en tus comidas?