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Gimnasio: ¿antes o después del running?

ESPN Run

No son pocos los corredores que complementan sus entrenamientos de running con rutinas de gimnasio, y entre ellos suele haber una pregunta recurrente: ¿cuándo hago los trabajos de fuerza, antes o después de correr?

Lo concreto es que no hay una verdad universal sobre este tema, y se puede ir al gimnasio tanto antes como después de hacer tu rutina de running. Pero sí es verdad que haciéndolo luego, tendrás un beneficio importante, ya que tus músculos y tendones ya habrán hecho la suficiente entrada en calor como para optimizar los trabajos de pesas, y además evitar posibles lesiones. Por otro lado, si corres antes podrás hacerlo sin estar tan cansado y por lo tanto lo harás con mejor técnica, más suelto y sin sentirte tan pesado o con las piernas congestionadas.

Para los que eligen correr luego de las rutinas de gimnasio también hay un beneficio, y es el de la llamada transferencia del trabajo de fuerza. Esto consiste en llevar al esfuerzo muscular a un gesto deportivo idéntico al que queremos aplicar, de forma que nuestro cuerpo asimile y entienda para que lo estamos preparando. Por eso, un combo ideal puede ser un rodaje suave corriendo durante unos 30 a 40 minutos como entrada en calor, luego una sesión de pesas o rutina de fuerza en aparatos de gimnasio, y como "postre" salir nuevamente a la calle y correr unas cinco rectas progresivas de unos 50 metros, comenzando a un buen ritmo pero terminando al tope de tu velocidad posible. De esta manera en poco más de una hora realizarás una jornada de un "súper entrenamiento", que incluirá un trabajo aeróbico, uno de fuerza, y otro de velocidad.

Y tú, ¿vas antes o después de correr?