Otra de las lesiones que suelen sufrir los deportistas, entre ellos los runners, son las llamadas bursitis. Este término es utilizado para describir varios trastornos que implican inflamación de los tejidos blandos de las articulaciones, como por ejemplo en la rodilla. La causa de estos problemas puede estar aparejada al sobre entrenamiento, por lo cual es frecuente que aparezca entre los corredores. En muchos casos, la bursitis se resuelve sola con muy poco o ningún tratamiento, mientras que en otros requiere atención médica.
En el caso de la bursitis de la rodilla, consiste en la inflamación de la bursa localizada cerca de la articulación de esta articulación. La bursa es un pequeño saco lleno de líquido que reduce la fricción y protege los puntos de presión entre los huesos, tendones y músculos alrededor de las articulaciones. Cada rodilla tiene 11 bursas, y si bien cualquiera de ellas puede inflamarse, por lo general la bursitis de la rodilla ocurre sobre la rótula o en el lado interior de la rodilla y debajo de la articulación.
Los síntomas de la bursitis de la rodilla normalmente implican hinchazón, dolor y sensibilidad en la zona inflamada. Cuando los síntomas empiezan a aparecer, generalmente se los puede aliviar haciendo reposo, aplicando hielo varias veces al día o elevando la rodilla.
En caso de que los síntomas de la bursitis continúen o empiecen a restringir tus actividades cotidianas, será sin dudas momento de acudir a tu médico para una evaluación.
Por último, ten siempre presente que utilizar calzado adecuado para correr, así como realizar frecuentemente estiramientos y ejercicios de fortalecimiento en las piernas disminuye las posibilidades de contraer bursitis. Además, controlar adecuadamente otras afecciones, como la artritis, también puede disminuir la posibilidad de presentar síntomas de bursitis de la rodilla en el futuro.
¿Sufriste alguna vez dolores en la rodilla?