Aunque se trate de habilidades imprescindibles para la gran mayoría de los deportes, la velocidad y la capacidad de reacción no son nada fáciles de conseguir. Lo cierto es que de la velocidad se habla mucho, pero no tanto de la capacidad de reacción, por lo cual hoy nos centraremos en este punto. Se trata de una condición propia de cada individuo, cuyo margen de mejora con el entrenamiento es relativamente estrecho. No obstante, con algunos trabajos especiales y técnicas puntuales se pueden avanzar en este aspecto.
Toma nota de este simple pero efectivo ejercicio, e inclúyelo de vez en cuando en tus sesiones de entra miento, preferentemente sobre el final, cuando ya hayas realizado el trabajo principal y tus músculos, articulaciones y tendones estén bien calientes:
• Escoge dos puntos separados entre sí por unos 30 metros. Pueden ser dos árboles, columnas de alumbrado, o cualquier otro elemento que esté en el lugar. Si estás en un área abierta y sin ningún obstáculo que te ayude a marcar los puntos, puedes ayudarte colocando algún abrigo en el piso.
• Toma una pequeña piedra y lánzala. Deberás permanecer muy atento, y apenas escuches el ruido de su caída corre lo más rápido posible hasta el otro punto.
• Realiza tres series partiendo de pie, con dos minutos de descanso entre cada una.
• Luego, repite otras tres series pero esta vez estando de rodillas sobre el piso al momento de tirar la piedra y partir.
• Después otras tres sentado sobre el piso, tres acostado boca arriba, y por último nuevamente tres pero esta vez acostado boca abajo.
Con estos ejercicios trabajarás tu velocidad y tu capacidad de reacción al mismo tiempo, habilidades que muy posiblemente tengas que poner en práctica a la hora de ejecutar algún sprint final en una carrera en la que compitas.