Todos conocemos la importancia de mantener una correcta hidratación, y cuáles son los riesgos cuando esta falta. Pero no son tan difundidos los efectos contrarios, es decir cuando se bebe agua en exceso. Si bien no son los casos más comunes, sobre todo en las carreras de larga distancia como las maratones, una ingesta excesiva de agua puede diluir el volumen plásmico, y con ello conducirnos a la llamada hiponatermia. Este cuadro se caracteriza por los niveles de sodio en sangre anormalmente bajos, y llevado a extremos puede tener consecuencias muy graves, por lo que aunque se trate de una afección bastante rara, es conveniente conocerla.
Diversos estudios han llegado a la conclusión de que los corredores más lentos, que necesitan más de cuatro horas para terminar un maratón, pueden llegar a beber más de tres litros de líquido si siguen el principio de "bebe, aun cuando no tengas sed". Y por lo tanto, si bien todos los corredores pueden correr este riesgo, justamente este grupo es el que tiene más posibilidades de caer en lahiponatermia. De hecho, se ha encontrado que algunos corredores llegan a ganar peso después de finalizar un maratón, síntoma claro de haberse hidratado en exceso.
El centro de este problema ocurre cuando durante ejercicio intenso los riñones no pueden excretar el exceso de agua, y cuando en estos casos los runners siguen bebiendo líquido, su exceso va diluyendo la sangre y por lo tanto bajan los niveles de sodio y otros minerales o electrolitos, claves para el correcto funcionamiento del cuerpo. Por eso es importante incluir entre la hidratación a las bebidas deportivas, también llamadas isotónicas, que además de agua aportan sales minerales en una fórmula equilibrada. Entonces, idealmente cuando corras una carrera de larga distancia, ve alternando en los puestos de hidratación entre bebidas isotónicas y agua, y de esta forma estarás lejos de la hiponatermia.
¿Cuántos litros de agua bebes al día?