Si estás buscando mejorar tu running, es fundamental que cuides tu técnica, ya que de poco servirá correr decenas de kilómetros por semana si no lo haces de la manera correcta. Correr bien no sólo te posibilitará desplazarte más rápido y utilizando menos energía, sino también reducir notablemente el riesgo de caer en molestas y dolorosas lesiones que puedan dejarte fuera de las pistas por un buen tiempo. Toma nota a estos tres consejos, y llévalos a la práctica:
1: Controla la postura de tu cuerpo, y no solamente la de tus pies y piernas. Debes mantener la espalda recta, tu cabeza levantada, los hombros altos y nivelados. Asegúrate de no inclinarte hacia delante o hacia atrás. Vigila tu postura de vez en cuando, especialmente cuando luego de varios kilómetros recorridos ya experimentes cansancio. Este escenario tiende a "desarmar" tu forma de correr, y con la fatiga van apareciendo vicios que atentan contra tu buena postura.
2: La mirada siempre hacia el frente. Mientras corras, tu vista debe permanecer enfocada en el suelo pero a unos 3 a 6 metros delante tuyo. Nunca corras mirándote a los pies, ya que esto además de desacomodar tu postura se tornará en peligroso, debido a que no podrás anticiparte con tiempo a posibles obstáculos que haya en el camino. Como si fuese poco, mirar al piso mientras corres atenta contra tu concentración y aumenta tu stress mental.
3: Ni con el talón, ni con la punta: aterriza con la parte media del pie. Si bien muchos hablan de evitar "talonear" al caer, olvidan que igual de negativo puede ser caer con la parte delantera del pie. De hacerlo, tus músculos sóleos y gemelos se tensarán y se fatigarán rápidamente, y como consecuencia también sobrecargarán al tendón de aquiles. Por lo contrario, caer sobre tus talones al correr te irá frenando con cada paso, lo que desperdicia energía y puede causar lesiones debido a que todo el impacto es absorbido por tus articulaciones: tobillos, rodillas y cadera. Por todo esto, intenta aterrizar con la mitad de tu pie y realiza la transición empujándote luego con la parte delantera del pie.
Ponlo en práctica durante tus entrenamientos, y con el tiempo irás mejorando tu forma de correr.
¿Sientes que tienes una buena técnica de carrera?