La electroestimulación es una terapia muy promocionada para los deportistas en los últimos tiempos. Pero, ¿realmente funciona? En primer lugar, hay que dejar en claro que estos ejercicios no reemplazan a los entrenamientos habituales, sino que en todo caso sirven como un complemento. Sucede que nuestros músculos dependen de estímulos eléctricos para contraerse o relajarse. Es nuestro organismo el que se encarga de decidir cuándo y dónde es necesaria una contracción muscular. Sin embargo, con la electroestimulación se puede simular una orden emitida por nuestro sistema nervioso, y esto hace que el músculo se contraiga en cualquier circunstancia.
La estimulación eléctrica de los músculos se puede realizar de forma localizada, con electrodos colocados en músculos concretos, y de forma general, con trajes que prácticamente cubren todo el cuerpo. La primera modalidad se viene usando en rehabilitación funcional de lesiones y accidentes desde hace décadas, con eficacia demostrada a la hora de recuperar movilidad y fuerza muscular a corto y medio plazo.
Es verdad que realizar ejercicio con contracciones musculares inducidas supone un gasto de calorías extra. También es cierto que la ganancia de fuerza y masa muscular asociada a este ejercicio es mayor que cualquier otro convencional. Sin embargo, diversos estudios demuestran que esta mejoría también desaparece más rápido una vez que deja de utilizarse la electroestimulación. Esto significa que el progreso es menos sólido que si se consigue por las vías tradicionales, esto es, realizando ejercicio de forma natural.
En donde si es utilizado con muchos beneficios es en los casos de recuperaciones post lesiones, en donde se necesita fortalecer zonas musculares que de cualquier otra forma no se podrían ejercitar ya que la movilidad se ha visto reducida de forma traumática. Pero ten muy en cuenta que no se aconseja utilizar la electroestimulación por tu cuenta. Aunque se vendan aparatos en Internet y algunas tiendas, no deja de ser electricidad que fluirá por tu cuerpo y tu sistema nervioso, y por lo tanto es ideal realizar estas terapias bajo la guía de un especialista como kinesiólogos, fisioterapeutas o médicos deportólogos.
¿Alguna vez realizaste esta técnica?