Está claro que ningún corredor quiere ni siquiera pensar en lesiones, pero a pesar de ello estas dolencias son un problema que suele acosarnos. Y, cuando aparecen, tal vez la peor parte llega a la hora de afrontar el proceso de rehabilitación, que muchas veces requiere de un esfuerzo tanto físico como psicológico.
Cuando un runner contrae una lesión, lo primero que debe hacer es diagnosticarla correctamente para así entender la causa, el tratamiento y la prevención de nuevas apariciones. Consultar a un médico especializado no sólo es el comienzo de la recuperación física, sino que también puede evitar trastornos psicológicos como la ansiedad o inclusive la depresión, que suele aparecer por no entender el problema. En otras palabras, un rápido y correcto diagnóstico despejará todas las dudas posibles y será muy importante para mantener la calma. Además, entender cómo será el proceso de rehabilitación te dará una mayor sensación de control sobre la situación.
Otro consejo en caso de lesiones es tomar a estos procesos como un aprendizaje, aceptando que probablemente se hizo algo mal. De esta manera, evitaremos caer sobre los mismos problemas en el futuro. Todo runner siempre debe hacer memoria y tratar de identificar qué fue lo que desencadenó esa lesión en particular. Algunas de las causas más comunes son: sobreentrenamiento, falta de ejercicios de fortalecimiento en gimnasio, una mala alimentación, deshidratación y falta de elongación o entrada en calor.
Por último, recuerda siempre mantener una actitud positiva durante la etapa de recuperación, pero sin tratar de acelerar los procesos. Para rehabilitarte más rápidamente de una lesión necesitarás estar comprometido con la superación del traumatismo, respetando el tratamiento, escuchando y respondiendo a las indicaciones del médico, ya que buena parte de los runners tienden a saltear etapas. Es importante aceptar que estás lesionado y conocer tus límites para retomar la actividad 100% recuperado.
¿Sufriste de alguna lesión este año?