A la hora de hablar de energizantes naturales, el ginseng es uno de los más mencionados, y hay razones para que así sea. El consumo de esta raíz vegetal reduce el estrés, estimula las células del cerebro mejorando la concentración y las actividades cognitivas tanto en los estudios como en el trabajo.
Pero también, algunos de sus efectos tienen que ver también con la facilitación de la lipólisis, favoreciendo el ahorro de la utilización del glucógeno durante los ejercicios de baja intensidad. Pero además, diversos estudios demostraron su efecto en la mejora de la oxigenación y la consecuente disminución de la sensación de fatiga, además de una menor producción de ácido láctico en entrenamientos de alta intensidad.
Otros estudios también demuestran un incremento de la síntesis de las proteínas, y una mejora en la velocidad de respuesta neurológica, debido a su influencia en la excitabilidad del sistema nervioso.
El consumo recomendado es de 8 gramos como dosis máxima a diario de la raíz de ginseng, y no se aconseja ingerirlo en dosis más altas porque podría causar el efecto contrario. Las formas más comunes de incorporarlo a la dieta es en cápsulas (se consiguen fácilmente en farmacias, droguerías y tiendas de productos naturales), o en té.
¿Utilizaste el Gingseng como energizante?