Durante estos días hicimos hincapié en la importancia de realizar estiramientos musculares, ya sea en la fase de entrenamiento para una competencia como luego de concertarla, en la fase de recuperación. Como es sabido, aunque a muchos nos provoca pereza hacerlos, los ejercicios de elongación son esenciales para los runners. Estirar mejora tu flexibilidad, y si estás más flexible evitarás lesiones, al mismo tiempo que te recuperarás más rápido y mejor de tus entrenamientos y competencias, y optimizarás tu performance deportiva ya que un músculo estirado es mucho más eficiente.
Algo a tener muy en cuenta es que existen diferentes tipos de estiramientos, pero los más comunes y fáciles de realizar son los estáticos. Estos consisten realizar el ejercicio hasta llegar al punto en donde se empieza a sentir tensión en el músculo, aunque sin llegar nunca a sentir dolor. Esa posición debe mantenerse entre 15 y 30 segundos, de manera fija, y siempre sin producir rebotes.
Si bien se puede estirar en cualquier momento del día, lo aconsejable es evitar hacerlo con los músculos en frío, ya que de esa manera correrás el riesgo de producir rupturas en sus fibras, una lesión popularmente conocida con el nombre de desgarro. Por eso, si vas a hacer una sesión exclusiva de estiramientos es necesario realizar antes una buena entrada en calor, de al menos 15 o 20 minutos. Otra opción es realizar los estiramientos al finalizar una sesión de entrenamiento convencional, aprovechando que tus músculos y tendones están calientes y por lo tanto más flexibles. Por último, recuerda siempre que si vas a realizar ejercicios de estiramientos antes de un entrenamiento, estos deben ser muy suaves y breves, para así evitar posibles daños o lesiones.
¿Por cuánto tiempo sueles estirar?