Es muy común terminar un entrenamiento excesivamente agotados, más que de costumbre, con sensación de mareo, y algo de sueño. Y si bien no muchas veces no le damos demasiada importancia detrás de estas malas sensaciones se puede esconder la temida anemia del corredor o la anemia ferropénica.
La anemia, en pocas palabras, es falta de hierro en el organismo. Hay diferentes tipos de anemia, pero la más común y extendida en el mundo runner, es la anemia feropénica por falta de hierro. Este mineral es necesario tanto para quienes corren como para el que no realizan actividades deportivas, ya que forma parte de la síntesis de hemoglobina, transportando el oxigeno de la sangre hacia el músculo y a las células. Es decir, si encima estamos exigiendo a diario a nuestro cuerpo con un deporte como el running, se cae de maduro que será aun mas necesario el hierro para nuestro organismo.
En cuanto a los síntomas de la anemia, son muchos y lo difícil de todo esto es que lo podemos confundir con otra patología con mucha facilidad, por eso es recomendable hacernos reconocimientos médicos con análisis de sangre con habitualidad. Pero aun así, los sintomas generales que podemos tener son fatiga excesiva durante el entrenamiento, mayor dificultad para recuperarnos de esfuerzos, irritabilidad, taquicardias, problemas en el sueño, falta de hambre, o hasta problemas de respiración.
¿Cómo incorporar hierro a nuestro organismo para así garantizar la cantidad necesaria? Las formas más comunes son:
• Consumir en tu dieta alimentos como carnes rojas, hígado, marisco, legumbres (en especial lentejas) y espinacas.
• Combinarlos con alimentos ricos en vitamina C o B12. La C nos ayuda a absorber hierro con más eficacia y la B12 a prevenir su falta.
• Ingerir complejos vitamínicos que contengan hierro o vitamina B12 (previene la anemia), o suplementos de hierro.
• Elimina o al menos restringir en tu dieta en el café, tomillo, poleo o te, entre otros, ya que la presencia de sus taninos hace que se bloquee la absorción de hierro.
Recuerda siempre que auto medicarse es muy peligroso, y aunque no nos vamos a morir de una intoxicación por tener los niveles de hierro por encima de lo recomendado, tenemos que ser serios con nuestro cuerpo. Por eso, habla con tu médico y tu nutricionista para ver si es necesario en tu caso ingerir algún tipo de suplementos. Por último, en el caso de las mujeres hay que tener en cuenta que en momentos de embarazo o menstruación es común tener el hierro bajo, por lo que tu médico o ginecólogo será la persona indicada para aconsejarte debidamente.
¿Te realizas estudios de sangre regularmente?