La temporada de running llega a su fin, y aunque aún quedan algunas competencias para la mayoría de los corredores el calendario está libre de objetivos. Normalmente diciembre nos encuentra cansados, con muchas obligaciones, festejos y reuniones y sumado al calor se hace más difícil salir a entrenar. No obstante, mantener la motivación en estos días es posible, y buena parte de esto puede salir de auto preguntarnos "por qué corro". Sentirte mejor, perder peso con salud, mantenerte en forma, superar un reto personal, o sencillamente porque te gusta. Nada motiva tanto como tener claro por qué corres y comprobar cómo vas logrando tus objetivos, pero no pienses solo en los beneficios de correr a medio plazo. Dedica unos instantes de cada entrenamiento a recrearte en las sensaciones agradables que experimentas cuando entrenas: tu respiración, el paisaje, la sensación de energía, el ritmo, etc.
Otro buen consejo se hacer que tus entrenamientos sean lo más agradable posible. Por muy claro que tengas por qué corres, de poco te va a servir si cada entrenamiento es un verdadero calvario para ti. Todo te resultará más ameno si puedes entrenar en un entorno natural, a una hora con buena temperatura y a ser posible bien acompañado por un corredor o corredora con un nivel parecido al tuyo. A veces merece la pena desplazarse y quedar con los amigos, aunque pierdas algo de tiempo.
Por último recuerda siempre establecer un compromiso. Si quedaste de entrenar con alguien, debes que estar realmente desmotivado para cancelar la cita. Aunque el compromiso más importante es contigo mismo, establece una rutina con días y horas de entrenamiento obligatorios, no lo dejes para cuando puedas. Además, por muy bien que te haya ido, ningún entrenamiento sirve para siempre. Si haces siempre lo mismo, terminarás por aburrirte sin mejorarás. Aprovecha el fin de temporada para descansar y dedicarte a otros deportes, para retomar con más ganas la pretemporada. Los runners somos reacios a esos cambios, pero te sorprenderán los resultados. Y no olvides ponerte objetivos desafiantes pero realistas en el horizonte. Si pretendes perder 10 kilos en un mes o clasificarte para el campeonato del mundo muy posiblemente vas a sufrir una decepción, y pocas cosas desmotivan más. Plantéate objetivos realistas, adaptados a tu nivel, y sigue un plan progresivo. Es mejor quedarte corto que entrenar demasiado o demasiado fuerte y encontrarte agotado o lesionarte.
¿Cómo te motivas para correr fuera de temporada?