Es normal que durante los meses de verano no haya demasiada actividad en el calendario competitivo de los runners. Sin embargo, son varios los motivos por los cuales deberíamos mantenernos siempre en actividad, evitando caer en el sedentarismo durante estos meses en donde las vacaciones y los factores climáticos suelen alejarnos de las zapatillas para correr. Lo primero que hay que tener en claro es que no es necesario que mejores tu nivel de entrenamiento durante este período, sino que nos enfocaremos más en no perder lo que ya hemos conseguido, es decir en el mantenimiento. En este sentido, hay que tener siempre presente que los excesos típicos del verano en las bebidas y comidas pueden jugarnos una mala pasada, especialmente si pasamos días sin hacer actividad física. Y claro está, dependiendo de nuestro metabolismo a esos desajustes le sobrevendrá un mayor o menor aumento de peso corporal, acumulación de grasas, y por lo tanto pérdida de nuestro rendimiento deportivo.
A la hora de seguir moviéndonos para no perder el hábito, los entrenamientos cruzados suelen ser una excelente opción para el verano. Realizar otros deportes como la natación, el ciclismo, funcionales, cross-fit, fútbol, voley de playa, caminatas, o cualquier otra actividad que te guste, por un lado nos ejercitarán músculos complementarios y mantendrán activo el sistema cardiovascular, y por otro nos pondrán la cabeza en otro lado, evitando el aburrimiento. En otras palabras, entrenarás jugando, sin sentir que estás entrenando.
Por todo esto, si vas a salir unos días de vacaciones, no olvides poner tu calzado e indumentaria para correr en tu maleta de viajes. Al regresar, tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.
¿Sigues entrenando en los meses de verano?