Existen diferentes métodos para mejorar la fuerza muscular, y alternar entre ellos suele ser una de las mejores opciones para evitar estancamientos debido a las adaptaciones y acostumbramientos que realiza nuestro organismo. A los trabajos convencionales se suman los del tipo pirámide, en donde se van aumentando las cargas de serie en serie, para luego ir disminuyéndolas. Y otro método, del que hablaremos hoy, es el llamado de pre-agotamiento, que posibilita ganancias de fuerza mayores que con los anteriores sistemas.
¿En qué consiste este método? Sencillamente en realizar dos ejercicios seguidos de un mismo grupo muscular, en donde preferentemente el primero de los dos ejercicios implique un movimiento rotatorio y el segundo que sea más lineal. Además, serán clave las cargas que utilices, buscando que en la última repetición ya no puedas hacer más movimientos. También, descanso entre los ejercicios deberá ser mínimo, sólo los segundos necesarios para cambiar de máquina o de material.
Un ejemplo de esto puede ser primero realizar 10 repeticiones de apertura de brazos, e inmediatamente luego otras 5 de press de banco. Otro, para el caso de piernas, combinar primero 10 repeticiones de extensiones de rodilla seguidas de otras 5 de sentadillas.
Este tipo de entrenamientos hace que nuestro metabolismo basal (la energía que quemamos estando en reposo) aumente, de manera que a la vez que nos hará mejorar la tonificación de nuestro muscular y con ello la fuerza, nos ayudará a quemar grasa corporal.
Por último, ten en cuenta que este método es indicado sólo para quienes ya tienen una suficiente experiencia en el gimnasio y un nivel de fuerza suficientemente desarrollado como para encarar estos ejercicios.
¿Complementas tus entrenamientos en el gimnasio?