Una correcta nutrición es la única manera de mantener a tope nuestros depósitos de energía antes, durante y después de nuestros entrenamientos y carreras. En este sentido, erróneamente muchos piensan que comer inmediatamente antes de empezar un entrenamiento puede reducir la performance deportiva, a lo que hay que aclarar que si se va a correr a un ritmo parejo y cómodo no habrá problemas en que comas una fruta como una banana o manzana justo antes de salir. Esto tiene mayor importancia cuando llevas unas cuantas horas sin ingerir alimentos o en los casos de los runners que salen a entrenar apenas se levantan.
Como escenario ideal deberíamos consumir cerca de medio gramo de carbohidratos por cada kilogramo de peso corporal en la hora previa a tu entrenamiento. Esto supone unas 300 calorías si pesas 75 kilos. Ahora, si vas a entrenar por más de una hora, ingerir líquidos además de hidratos de carbono te permitirá mantener la energía necesaria para tu sesión, y evitar la deshidratación.
Claro está que las cantidades a ingerir dependen directamente de factores personales como el peso y tamaño corporal, la intensidad del ejercicio y tu tolerancia intestinal, pero en promedio lo aconsejable es tomar entre 100 y 250 calorías provenientes de los carbohidratos (frutas, geles energéticos, bebidas isotónicas, etc) por cada hora en la que te mantengas corriendo. Esto te ayudará a mantener tus niveles de energía y a no perder la concentración.
Por último, recuerda que si vas a entrenar más de una vez al día necesitarás reponer tus depósitos de glucógeno tan pronto sea posible luego de ejercitarte. En estos casos una combinación de carbohidratos con proteínas será lo ideal para luego del entrenamiento, con lo que cereales con leche o yogur y frutas puede ser uno de los alimentos ideales para ese momento.
¿Sientes que tienes una correcta nutrición?