Seguramente has escuchado decir más de una vez que el desayuno es la comida más importante del día. Por lo tanto, cualquier modificación que hagamos en esta primera ingesta de alimentos tendrá gran incidencia en nuestro organismo, cambiando la manera con la que encaramos la jornada y además dotando a nuestro cuerpo de "materia prima" para realizar todas sus funciones de forma óptima. En este sentido, si lo que buscamos en energía, pero con opciones saludables, los alimentos bajos en grasa son la mejor elección para en nuestros desayunos debido a que nos permiten ajustar la cantidad de calorías de una manera más sencilla. Un buen ejemplo está en el yogur, especialmente en la variedad griego proteico, que es capaz de aportar una buena cantidad de proteínas (unos 48 gramos por porción), además de 40 gramos de carbohidratos y solamente 2 gramos de grasas, totalizando apenas unas 390 calorías. Lo interesante de estos lácteos es que también nos aportarán diferentes posibilidades a la hora de incorporarle otros alimentos saludables, como por ejemplo frutas, cereales, semillas y frutos secos. Combinándolo con avena, almendras o nueces y frutas frescas (bananas, uvas, manzana, duraznos, etc.) obtendremos un mix que además nos suministrará una buena cantidad y variedad de vitaminas y minerales.
Otra opción interesante está en los huevos hervidos con tostadas de pan integral, que por porción contienen unos 30 gramos de proteínas e iguales cantidades de carbohidratos, con 17 gramos de grasas y unas 400 calorías. Y si lo que buscamos es reducir los carbohidratos podemos quitar el pan y reemplazarlo por verduras como tonantes, espinacas, pimientos, champiñones o cebollas, tanto crudas como cocidas.
Cualquiera sea tu elección, acompáñala con una infusión (té o café) o jugo de frutas naturales, y tendrás un desayuno cargado de energías saludables.
¿Cuál es tu desayuno de todos los días?