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Correr más rápido no siempre es mejor

ESPN Run

Cuando te inscribes en una competencia generalmente tienes mente un tiempo como objetivo, y es muy importante que esa marca final a la que apuntes sea real y acorde a tus capacidades físicas. Cuando ese tiempo objetivo es demasiado ambicioso, surgen los problemas, ya que ese tipo de metas desproporcionadas suelen conducir a lesiones. En este sentido, hay que tener muy en cuenta que la mayoría de los planes de entrenamiento se basan en el tiempo de carrera planteado. Los trabajos y los ritmos apuntan a un esfuerzo fisiológico específico. Si no estás en la forma física acorde al tiempo planteado, el entrenamiento será un desperdicio porque no cumplirá el objetivo.

Por ejemplo, si se prepara un maratón, muchos de los ejercicios se basan en tu umbral aeróbico, a lograr el ritmo más rápido de carrera posible usando el sistema aeróbico como proveedor primario de energía. El umbral aeróbico es importante porque marca el ritmo donde hay un equilibrio perfecto entre la utilización de carbohidratos y grasa como combustible. En general este es el punto en el que entrenas a un ritmo similar al que se espera lograr en el maratón. Si se corre más rápido, se estará más cerca del umbral de lactato o anaeróbico, por lo que el entrenamiento no apuntará en la dirección deseada. Por otro lado, correr a un ritmo más rápido que el aconsejable va a repercutir en el descanso entre sesiones, llevándote al sobre entrenamiento. Si en un entrenamiento en el que tenías que ir a velocidad moderada vas demasiado rápido, no vas a recuperarte adecuadamente para el siguiente entrenamiento (además de que ese entrenamiento no será útil a tus fines, como vimos en el punto anterior).Esa fatiga por no recuperarte del todo bien entre un trabajo y otro se va acumulando con el paso de las semanas y, tarde o temprano, lo van a pagar tus músculos, tendones, ligamentos o huesos.

Y por último, hay que mencionar que correr demasiado rápido no sólo va a afectarte negativamente en los entrenamientos, sino también en los días de tus competencias. No hay que olvidar que el ritmo de carrera es fundamental para poder completar la prueba de la manera planteada. Comenzar más rápido de lo aconsejable va a provocar que tus reservas de glucógeno se terminen antes de lo previsto, y esto te va a llevar a un resultado negativo.

En el post de mañana te daremos algunas herramientas para ayudarte a encontrar tu ritmo adecuado.

¿Te consideras un corredor rápido?