En la región europea conocida como el País Vasco existe un legendario recorrido llamado "el cruce de los Pirineos", cuyo complicado y duro trayecto se extiende durante 898 kilómetros desde el mar Cantábrico hasta el Mediterráneo. Este sendero suele ser transitado tanto por caminantes peregrinos, quienes emplean para ello varios días con descansos intermedios, como por cicloturistas. De hecho, este itinerario fue homologado como sendero de gran recorrido en 1985 y desde entonces son muchos los excursionistas de todo el mundo que han caminado por estas montañas siguiendo las populares señales blancas y rojas de estos senderos. Pero desde hace unos años el tradicional camino también se ha convertido en una competencia, cuyo nombre es Transpyrenea.
La decisión de transformar el legendario camino en una carrera con dorsales en el pecho y tiempo límite para llegar a meta fue de una empresa francesa que lanzó el desafío de cubrir 898 kilómetros y 105.800 metros de desnivel acumulado en un plazo máximo de 400 horas. Por si los números no fueran lo suficientemente duros por sí mismos, la prueba se realiza en régimen de auto suficiencia, ya que tan solo hay tres lugares para descansar y recargar alimentos.
A la hora de realizar los cálculos, encontramos que para llegar a la meta dentro del tiempo reglamentario es necesario llevar un ritmo medio y constante de 2,24 kilómetros por hora, lo que puede parecer sencillo pero que en realidad es sumamente complicado debido a las características del terreno, la distancia y el hecho de que se debe tener en cuenta tiempo para dormir durante esos 16 días y fracción. La gestión de las fuerzas, el descanso y el peso de la mochila convierten a este reto en una auténtica carrera de estrategia. El número de dorsales disponibles para la prueba es de 248 y hay tres modalidades de inscripción: individual por etapas, formato por relevos y en equipo.
La competencia transcurre en el mes de agosto, en el verano europeo, aunque el clima de alta montaña no permite tener precisiones sobre las temperaturas y las condiciones a enfrentar. De todo su trayecto 375 kilómetros transcurren en Cataluña y 40 km en Andorra. Durante el periplo desde el ambiente mediterráneo del Cabo de Creus, que fuera fuente de inspiración de genios de la talla de Salvador Dalí, hasta la espectacularidad de la alta montaña del Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici, cada etapa se convierte en una experiencia única e inolvidable.