Aunque correr no es un deporte de contacto, a veces al practicarlo algunos runners terminan en el suelo. Un corredor puede tropezarse, torcerse un tobillo, resbalarse o tener poca visibilidad y así sufrir una caída en un entrenamiento o competencia. Toma nota de estos consejos y evita ser uno más de los que pierden el equilibrio corriendo:
1. Amarra bien los cordones de tus zapatillas: esto puede parecer obvio pero muchos corredores no atan bien sus cordones y terminan torciéndose un tobillo o tropezando con sus mismos cordones, lo que deviene seguramente en una caída hacia adelante.
2. Mira siempre al frente: mientras corres no debes llevar tu mirada hacia el suelo, pero tampoco por encima de tus hombros. Lleva la mirada hacia delante, observando los próximos 3 a 5 metros y prestando atención al camino por donde corres. Y sobre todo, observando la presencia de otros atletas, ciclistas y automóviles.
3. Cuidado en las bajadas: muchas caídas ocurren cuesta abajo. Para evitar esto es clave controlar velocidad para no perder el control del cuerpo y mantener la cabeza erguida para observar la presencia de obstáculos.
4. Presta atención si hay otros deportistas en el mismo lugar: evita el choque y posterior caída con otros corredores o ciclistas. Si el camino es angosto igualmente debes haber una mano para ir y otra para volver. Tu obligación es respetarla para evitar accidentes.
5. En las competencias, presta mucha atención en la largada: es allí donde muchos atletas tropiezan cuando tratan de pasar a los runners más lentos. La clave está en ubicarse en la zona de largada que corresponde según tu tiempo de carrera. En caso de que el área de partida no esté dividida y marcada por tiempos, sobrepasa a los demás corredores por los costados y pide permiso para que te dejen pasar. Si eres un runner rápido, lo ideal es llegar temprano a la largada de la competencia para ubicarse lo más adelante posibles y no perjudicar al resto.
¿Alguna vez sufriste una caída en una carrera?