En muchos alimentos, especialmente los de origen vegetal, la cantidad de vitaminas comienzan a descender luego de ciertos procesos, como la recolección, el corte o la cocción. Sucede que las vitaminas son frágiles, principalmente las de los complejos B y la C, que cuando entran en contacto con el aire y la luz, empiezan a degradarse. Por eso, para poder aprovechar al 100% el poder de estos nutrientes, podemos tomar en cuenta algunos consejos que veremos a continuación.
El primero es comprar frutas y verduras de estación, es decir las que su cosecha está en el momento del año en el que te encuentras, consumiéndolas además lo antes posible para acortar así el proceso de almacenamiento. También ten en cuenta que las vitaminas y minerales se concentran especialmente en las capas externas de alimentos como legumbres, granos, raíces frutas. Por esto mismo al pelar las papas o patatas desperdiciamos entre un 12 y un 35% de la vitamina C que contienen. Lo mismo ocurre con las zanahorias, perdiéndose vitaminas B1 y B2. Por lo tanto, de ser posible consume los vegetales con cáscaras, lavándolos cuidadosamente, pero evitando dejarlos en remojo y trocearlos lo menos posible, es decir comiéndolos enteros o en trozos grandes, ya que cuando los cortamos el contacto con la luz y el oxígeno los alteran.
En cuanto a la cocción, lo recomendable es usar el mínimo posible de agua, e introducir los vegetales una vez que el agua está ya hirviendo, manteniendo así a los alimentos sumergidos durante el menor tiempo posible. También es una buena idea consumir los alimentos inmediatamente después de cocinarlos ya que con el correr del tiempo van perdiendo rápidamente sus contenidos de vitaminas C, que es la más inestable.
Saliendo ya de los vegetales, hablemos un poco de la leche, de la que también pueden aprovecharse sus nutrientes al máximo evitando su contacto con la luz. Sucede que cuando se expone a fuentes luminosas, al cabo de dos horas la leche ya habrá perdido cerca de un 50% de vitaminas B2. Es bueno saber esto para tomar el recaudo de guardar la leche siempre en envases oscuros, y evitar por ejemplo los de vidrio, que solo deben usarse al momento de consumirla.
Por último, ten en cuenta que al congelar los alimentos a excepción de la vitamina E no se pierden mayormente sus propiedades nutricionales. Eso sí, se recomienda que los alimentos descongelados se utilicen en las 24 horas posteriores como máximo.
¿Cómo sueles cocinar tus verduras?