Los frutos secos como las almendras, nueces, avellanas o castañas tienen numerosas propiedades beneficiosas para los runners, que van desde sus aportes energéticos a los de nutrientes como las proteínas vegetales, minerales como el magnesio, fósforo, potasio, calcio, hierro y oligoelementos como el zinc y el selenio, con propiedades antioxidantes. También son ricos en vitaminas como B1, B3 o folatos, y constituyen una de las fuentes vegetales más abundantes en vitamina E, también con carácter antioxidante. Son ricos en grasas saludables por lo que se les atribuyen propiedades cardiosaludables al tener un alto contenido en grasas mono- y poliinsaturadas entre las que se destacan el ácido oleico, el linoleico (omega 6) y linolénico (omega 3). Cabe recordar que estos últimos son ácidos grasos esenciales para el organismo.
No obstante, muchas personas que buscan perder peso evitan su consumo, debido a su alto contenido en calorías debido a su aporte de grasas vegetales. Sin embargo, está comprobado que, en su justa medida, incorporados a la dieta diaria los frutos secos pueden ayudar a combatir la obesidad. Es decir, estos alimentos no producen aumento de peso cuando son consumidos como parte de la dieta regular, sino que tienen un efecto saciante por su alto contenido de fibra, que evita comer otros alimentos más calóricos y de menor calidad nutricional.
Por lo tanto, los frutos secos son muy recomendables para los runners, siempre y cuando se los consuma en pequeñas cantidades como bocados de energía, que pueden acompañarte a cualquier lugar. Un puñado de almendras o nueces al día para comer entre horas durante tu trabajo te ayudará a llegar con más fuerzas a tus entrenamientos diarios.
¿Incluyes frutos secos en tu dieta?