Si bien cada cuerpo es diferente, para generalizar podríamos decir que luego de varias semanas seguidas sin entrenar lo que más se pierde es fuerza y potencia muscular, pero especialmente se pierde velocidad aeróbica máxima, que es lo que nos permite ir rápido en las carreras de larga distancia. Por lo contrario, la velocidad pura se pierde en menor medida, y a los corredores amateurs los afecta en muy poco y más aún a la hora de afrontar una competencia de fondo, como un maratón o un medio maratón. En otras palabras, salvo para los atletas de alto rendimiento, es mucho más útil la resistencia aeróbica, que se pierde poca, y la potencia aeróbica, que si se pierde mucho.
A la hora de hablar de la recuperación de esa forma física perdida, es fundamental trabajar por lo tanto dos cualidades básicas: la fuerza y la potencia, combinadas con los diferentes ritmos de carrera. Cuanto más se trabaje con la fuerza y la potencia muscular, más se podrá mejorar la potencia aeróbica, que es lo que te permitirá conseguir mayor velocidad aeróbica máxima (dicho de otra forma, correr a más velocidad dentro del margen del rendimiento aeróbico). Y con ello, volverás a lograr tu estado perdido en esas semanas de verano en la que no tuviste continuidad en los entrenamientos.
Para estas sesiones incluye trabajos de gimnasio, circuitos, saltos y entrenamientos funcionales. Combinados e intercalados con trotes de diferentes intensidades serán el combo perfecto para tu vuelta a las pistas.
¿Dejaste de entrenar en el verano?