El método más utilizado por los runners a la hora de entrenar es el llamado "carrera continua". Básico en cualquier planificación, este tipo de sesiones nos ayuda a mejorar, mantener o recuperar el estado, según las utilicemos. En otras palabras, la variedad de sus ritmos nos permitirá no estancarnos en un determinado nivel de rendimiento, y no caer en la monotonía de entrenar siempre a las mismas velocidades.
Concretamente, según la intensidad del esfuerzo que apliquemos podemos nombrar a estos trabajos de diferentes maneras. En primer lugar, veamos la llamada "carrera continua regenerativa", utilizada en los días posteriores a entrenamientos exigentes o competencias. Se hacen a ritmos muy lentos, apenas despegando los pies del suelo, y preferentemente sobre terrenos blandos como hierba o tierra. De esta manera, al ayudar en la oxigenación, nos permiten optimizar y acelerar los procesos de recuperación de nuestros tejidos dañados en el ejercicio anterior. Un parámetro para hacer este tipo de entrenamientos está en la frecuencia cardíaca, que es una manera de estimar la intensidad a la que nos estamos sometiendo. En general, durante estos entrenamientos no debería sobrepasar los 120 pulsos por minuto, y la duración total de la sesión debería rondar los 30 minutos totales.
En segundo lugar, veamos la "carrera continua cómoda", donde el ritmo es muy llevadero. En este tipo de trabajos podemos hablar sin problemas con los compañeros de entrenamiento, y si bien esto depende de cada caso en particular, para tener una aproximación general podemos decir que la frecuencia cardíaca irá entre las 120 y las 145 pulsaciones por minuto. Estos entrenamientos nos permiten desarrollar una mejor capacidad aeróbica, ya que hacen que nuestro corazón aumente su tamaño de forma considerable. En cuanto a su duración, deberían oscilar entre los 40 y los 90 minutos totales.
Finalmente, veamos el caso de la "carrera continua intensa", que como su nombre lo indica es la más exigente. En este tipo de entrenamientos la respiración es más rápida y fuerte, debido a la creciente demanda de oxígeno por parte de nuestro aparato cardio respiratorio. Necesitamos mucha más concentración para realizarlas, y la frecuencia cardíaca en promedio ronda entre los 150 y los 175 pulsos por minuto. Como consecuencia, mejoran mucho nuestro nivel de rendimiento, pero no hay que abusar de ellas. Una sesión de carrera continua intensa por semana será más que suficiente, y su duración oscila entre los 40 y los 75 minutos. Esto último dependerá de la intensidad que imprimas: a mayor exigencia, menor duración de la sesión.
¿Qué tipo de carrera continua te gusta más?