Tanto a la hora de comenzar desde cero, o bien cuando volvemos de una pausa prolongada sin actividad física, se suele plantear un interrogante: ¿con qué intensidades y durante cuánto tiempo hacerlo? Y una de las respuestas está en ejercitarse de forma suave en sesiones de entrenamiento de unos 30 minutos de trote. En ese tiempo se incluye ya un periodo inicial de calentamiento de unos 5 minutos, algo que es imprescindible para que todo nuestro cuerpo se active y se pongan en marcha tanto nuestros tejidos musculares como tendinosos y el aparato cardio respiratorio. Durante este lapso una de las opciones es comenzar caminando durante los primeros 3 minutos, para comenzar a trotar muy suavemente en los siguientes dos.
Después de haber concluido la fase de entrada en calor, estaremos listos para los 25 minutos de trote a ritmo cómodo, en donde podamos mantener una conversación con otra persona. Si bien por estos días se necesita distanciamiento social, este es un parámetro para determinar si el ritmo que estamos llevando es el adecuado o estamos forzando demasiado la marcha. En otras palabras, en otros momentos podrás probar hablando con algún compañero de entrenamiento que marche a tu lado. Ahora prueba intentando cantar alguna canción de tu agrado, de esas que llevas en tu reproductor de mp3 mientras corres. Repite esta prueba cada 3 o 4 minutos, y si notas que no puedes mantener la conversación o cantar esa canción por 20 segundos sostenidos, es porque necesitas "bajar una marcha". En esos casos, detente y camina durante un minuto para bajar tus pulsaciones, y luego vuelve a trotar, pero esta vez levemente más suave que antes.
Luego de tres a cuatro semanas de realizar este tipo de sesiones regularmente (entre 3 y 5 días a la semana) ya habrás conseguido una buena base aeróbica que te permitirá pensar en otro tipo de entrenamientos.
¿Volviste o empezaste a correr?