No es ni por asomo una de los más rápidas, pero sí una de las maratones más pintorescas del continente europeo. Se trata de la carrera de 42k de Báscones de Ojeda en Palencia, España, la es la población más pequeña del mundo que organiza un maratón y una media maratón: sólo 143 personas habitan esta población según el censo de 2019. Más que un pueblo, una gran familia.
El Maratón Río Boedo es una prueba atlética popular, totalmente amateur, que se realiza desde 2002. Es organizado en forma conjunta con una ONG, el club y el Ayuntamiento local, y forma parte de la actividad que se celebran cada año con motivo de la festividad de la Virgen del Boedo coincidiendo con el tercer fin de semana del mes de agosto. Por celebrarse en pleno verano de Europa, es una de las pocas maratones que se corren en esta época en el viejo continente, y la única en toda España en todo agosto, lo que la convierte en una cita casi obligatoria para muchos fanáticos de la distancia. Eso sí: no es recomendable para improvisados, ya que participar en ella requiere de una buena preparación previa no sólo por tratarse de una carrera de 42.195 metros, sino porque además se desarrolla bajo el sol de agosto en España, con temperaturas muy altas y a una altitud promedio de 1.000 msnm. Además, gran parte de su recorrido es sobre caminos de tierra. Y como si fuese poco, al contar con un número reducido de corredores cada uno de ellos deber realiza muchos tramos prácticamente en solitario.
La carrera tiene su punto de partida y llegada en la pequeña localidad palentina de Báscones de Ojeda y transita en paralelo al río Boedo, del que toma su nombre, por un circuito mixto de asfalto y calles de tierra atravesando campos de cereales y bosques de álamos. A pesar de la altitud sobre el nivel del mar, hay que destacar que el circuito es prácticamente llano y carece de desniveles significativos.
La soledad de la prueba es debida al limitado número de runners que participan en una prueba (apenas un par de decenas) que tiene un circuito que transita por una ruta rural a la ida y por medio de caminos de tierra con rectas infinitas a la vuelta. Además, el recorrido consiste en tres vueltas a ese circuito, lo que acentúa la dureza de la prueba y la sensación de soledad en los corredores. Por otro lado, para reducir el impacto que pudiera tener el sol y el calor sobre los corredores la hora de salida se suele establecer a las 8:00 AM. Eso no evita que en la parte más dura del recorrido, alrededor del kilómetro 30 de la carrera, el calor empiece a mostrar su efecto sobre los participantes, que necesitan hidratarse constantemente en los numerosos puntos de abastecimiento establecidos a lo largo del trayecto. La dureza de la carrera se contrarresta con creces con la cercanía de los organizadores y el ambiente que se forma alrededor de esta competencia, lo que
hace que muchos corredores valoren este maratón de manera especial. Los participantes de los 42k suelen ser muy pocos, generalmente rondan los 20 o 30 runners. Así, apenas un puñado de maratonistas provenientes de diferentes puntos de España se mezclan cada año con los habitantes del pequeño pueblo rural y forman parte de su fiesta. Allí no hay corredores profesionales ni atletas olímpicos. Se trata de una prueba de carácter netamente amateur. Para tener una idea de esto, basta con ver los tiempos de los ganadores de las últimas ediciones, los que rondaron las 2 horas 50 minutos en los hombres y 3 horas 30 minutos entre las mujeres.