Está claro que los runners no solamente necesitamos fortalecer nuestros músculos, sino también otros tejidos como los cartílagos, tendones y por supuesto los huesos. Esto último nos permitirá evitar algunas enfermedades como la osteoporosis que es más frecuente en mujeres. Esta patología se caracteriza por una disminución de la densidad del tejido óseo, y tiene como consecuencia una fragilidad exagerada de los huesos. Pero más allá de eso, huesos fuertes te permitirán entrenar con mayor seguridad, ya que nadie está exento de alguna caída que pueda lastimarnos de forma imprevista.
A la hora de fortalecer el tejido óseo, una forma es realizando trabajos de gimnasio como el levantamiento de pesas. Este tipo de entrenamiento también colabora en el aumento de la masa muscular, ayuda a evitar el aumento de masa grasa, colabora en la postura corporal y mejora el rendimiento deportivo. Pero, especialmente en las mujeres, tal vez el mayor beneficio es que ayuda a formar huesos fuertes, un factor que como mencionamos anteriormente contribuye a prevenir la aparición de la osteoporosis en edad avanzada.
Una buena noticia es que nunca es tarde para aumentar la densidad ósea a través de ejercicios de fuerza. Los estudios muestran que incluso las personas de 60 años de edad pueden fortalecer significativamente sus huesos cuando realizan trabajos de gimnasio de manera regular y constante. Eso sí, sea cual sea tu edad recuerda que para realizar una buena rutina lo ideal es hacerlo junto a un entrenador, que será quien te indique que ejercicios hacer, con cuantos pesos, qué cantidad de series y repeticiones, y quien corrija las técnicas de ejecución.
Por último, recuerda que las rutinas de fuerza se pueden combinar perfectamente con el running, pero importante es que lo charles con tu entrenador e igualmente sigan respetando de uno a dos días de descanso en la semana. A la hora de correr, los trabajos de gimnasio te ayudan a mejorar la postura, evitar lesiones y acelerar la recuperación. Respetá las repeticiones, no te excedas con el peso y... ¡cuerpo a la obra!
¿Tenés en cuenta el fortalecimiento de huesos en tu rutina?