Muchos corredores se alimentan de forma ordenada y equilibrada durante todo el día, pero cuando llega la hora de realizar la última comida ponen demasiado en el plato, o lo hacen con alimentos incorrectos. Por esto es importante remarcar que la cena, al igual que las otras ingestas es fundamental en cuánto a la calidad como en la cantidad de lo que comemos. Y en este sentido cabe remarcar que acostarte a dormir demasiado llenos o habiendo comido gran cantidad de grasas puede perjudicar el sueño, lo que no te ayudará en el entrenamiento del día siguiente.
En líneas generales, la cena debería contener proteínas (carne, pollo, pescado, cerdo), ya que por la noche cuando descansamos se dan los procesos de recuperación muscular. Hay casos donde también ayuda agregar carbohidratos a la comida de la noche. Por ejemplo, cuando realizamos un trabajo de intensidad por la tarde y al día siguiente vamos a entrenar a la mañana, o si estamos en una etapa de mucho volumen de entrenamiento.
Teniendo en cuenta todo esto, algunas buenas opciones de cenas podrían ser por ejemplo wok de vegetales con pollo o carne, pollo con ensalada, o una ensalada con atún y huevo.
También es importante tener en cuenta que para no llegar con demasiada hambre a la comida de la noche es clave que realices de 4 a 6 ingestas diarias. El desayuno, almuerzo, merienda y cena no deben faltar. Además, deberías sumar alguna colación cuando pasas más de 3 horas sin comer.
¿Cómo son tus cenas por lo general?