Ya hemos escuchado mucho decir que "somos lo que comemos", y esto aplicado específicamente a nuestro deporte significa algo así como que la elección de los alimentos adecuados es esencial para sentirse bien durante nuestros entrenamientos y luego tener una buena recuperación. En concreto luego de entrenar y competir las proteínas que incorporamos mediante los alimentos serán las encargadas de reparar a nuestras fibras musculares y otros tejidos dañados. Y antes de hacer actividad física es importante ingerir carbohidratos ya que estos macronutrientes serán nuestros mejores combustibles. Pero resulta que determinadas fuentes de hidratos de carbono contienen gluten (como por ejemplo las clásicas pastas hechas de harina de trigo), una proteína muy nutritiva y beneficiosa, pero también es algo indigesta. El motivo no es otro que nuestro cuerpo no dispone de las enzimas necesarias para digerirlo completamente y son precisamente esos pequeños pedazos no digeridos los que pueden provocar problemas intestinales. Por eso, no son pocos los runners que tratan de evitar el gluten, especialmente en los momentos anteriores a los entrenamientos.
Veamos algunos ejemplos de fuentes de carbohidratos que no contienen gluten. El primero es la quinoa, un grano que para muchos es considerado la mejor alternativa a las pastas. Es rica en hidratos de carbono y fibra, contiene proteínas y es uno de los granos más ricos en Omega 3. Según la Organización Mundial de la Salud la quinoa es considerada como el alimento más ideal para el ser humano por su balance de proteínas.
Otra opción interesantes son las frutas y frutos secos, que representan una gran fuente de carbohidratos. Una de las más recomendadas para antes de entrenar en la banana ya que además de los hidratos contiene potasio, que trabaja en la contracción muscular y ayuda a prevenir calambres musculares. Los frutos secos por su parte son energéticos y ricos en minerales y nutrientes como la vitamina A, la E, vitaminas del grupo B, ácidos grasos Omega-3, etc., además de minerales como el zinc, calcio, fósforo, magnesio, cobre, hierro etc. También en este sentido pueden ser de gran utilidad las batatas, que aportan vitamina A, antioxidantes, y carbohidratos. Además son una buena fuente de vitamina C, potasio y hierro. Se recomienda consumirlas al horno o prepararlas tipo puré y no cocinarlas fritas.
Finalmente hablemos del yogur griego, un alimento que se destaca por su alto contenido de proteínas (14 gramos por porción). Este producto lácteo también contiene minerales esenciales como el potasio y el calcio. Por su contenido proteico se recomienda consumirlo después de entrenar, pero si lo ingieres como merienda para antes de salir a correr podrás agregarle algo de hidratos con una granola libre de gluten (podés conseguirlo en dietéticas) o inclusive quinua previamente hervida y enfriada, y algunas pasas de uva o frutos secos.
¿Probaste estos alimentos?