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Damascos deshidratados, una buena opción para agregar a tus snacks

Una gran fuente de nutrientes que ayuda al buen funcionamiento de nuestro organismo. Freepik

Las frutas deshidratadas son una abundante fuente de energía y por ese motivo suelen ser recomendadas como snacks para quienes llevan una vida físicamente activa, como el caso de los runners. Uno de los más indicados por los nutricionistas es el damasco, tanto por su sabor como por las propiedades. Con su origen en China, el damasco es conocido por su poder antioxidante, ayuda a quienes sufren de retención de vientre y mejora el funcionamiento del sistema inmunológico. Es rico en vitamina A, tiamina, riboflavina de niacina esencial y ácido ascórbico, características que lo hacen esencial para la buena vista y piel saludable.

Por otro lado, si lo que buscas es disminuir la retención hídrica corporal, considera al damasco como un buen aliado. Unos 100 gramos de esta fruta deshidratada tienen aproximadamente 1300 miligramos de potasio, un micronutriente poderoso para quien tiene acumulación de líquidos en el cuerpo. Para que tengas una idea de cuánto significa esta cantidad, basta con decir que es una concentración de potasio mayor que la que tienen las bananas, una fruta muy relacionada con este mineral.

Además de ser muy práctico en su versión disecada, el damasco en sí es una excelente fuente de nutrientes que hacen una enorme diferencia en la calidad del funcionamiento de nuestro organismo. Más allá de tener una cantidad relativamente baja de carbohidratos (11 gramos de estos macronutrientes por cada 100 gramos de fruta), aporta una alta cantidad de fibras, por lo que proporciona saciedad, principalmente cuando el damasco se combina con oleaginosas. Por ello, se convierte en una alternativa interesante al consumirlo con nueces, almendras, avellanas y castañas, por ejemplo. Idealmente agrega entre 1 y 2 damascos secos por día a tu dieta, ya sea en el desayuno como en snacks entre comidas.

¿Qué otras frutas secas incluyes en tu dieta?