<
>

Por qué el "fartlek" para cualquier runner

Cómo hacer tus sesiones más interesante y mejores para tu condición física. Freepik

En general, cuando una persona empieza a correr y lo hace por su cuenta, de forma recreativa y sin la guía de un entrenador, es muy común que se pruebe haciendo trayectos de forma constante y sin parar durante al menos cuatro o cinco kilómetros. Ese tipo de entrenamientos logrará mejorar su forma física, pero tendrá un techo al que pronto se llegará, y allí surgirá la pregunta: qué hacer a continuación. Y la respuesta es que si bien se puede continuar haciendo tramos a un ritmo uniforme e intentar aumentar el kilometraje, esto puede comenzar a ser un poco aburrido y al mismo tiempo impedirá que se mejore algunos aspectos como la velocidad y la potencia. Por eso, agregar a la planificación semanal uno o dos entrenamientos diferentes hará que las sesiones sean más interesantes y mejorarán la condición física al mismo tiempo. Y allí, una de los mejores trabajos que se pueden hacer son los "fartlek". Esta rara palabra es un término sueco que significa juego de velocidad. Los corredores de todos los niveles pueden usar un entrenamiento de fartlek, pero su estructura divertida y sin ataduras es excelente para los principiantes porque en ellos no se necesita estar preocupados por cronometrar los intervalos o su descanso. Este tipo de entrenamiento te permite correr por sensaciones y aprender a empujar tu cuerpo con poca presión.

¿Cómo se hace un entrenamiento de fartlek? Simplemente comienza corriendo a un ritmo constante durante los primeros 5 a 10 minutos, como lo harías para un entrenamiento normal para entrar en calor. Una vez que haya calentado, elige un punto de referencia que esté ubicado a distancia que puedas ver, como un árbol, una casa, un cruce de caminos o un poste de iluminación, y aumenta la velocidad hasta llegar a él. Vuelva a reducir la velocidad a un trote suave, y una vez que esté listo elige otro punto de referencia y continúa de nuevo. Continúa corriendo alternando de forma improvisada estas secciones rápidas con otras relajadas durante el resto de tu sesión, dejando de 5 a 10 minutos al final para un enfriamiento con un trote bien suave. Luego de eso, una sesión de estiramientos musculares y a la ducha.

Incluye estos entrenamientos de cambios de ritmo en tus rutinas y muy pronto verás los resultados.

¿Te animas a probarlo?