Los New York Mets, que superaron varias lesiones importantes, incluyendo las de los estelares lanzadores Jacob deGrom y Max Scherzer; el despido de Robinson Cano y la baja producción de figuras claves, donde por mucho sobresale el terrible slump de Dominic Smith, para sostenerse en la punta de su división, pasan actualmente por la última gran prueba que tendrán en el calendario por el resto de la serie regular de Grandes Ligas.
New York, que solo ha ganado en seis ocasiones la División Este de la Liga Nacional (la última vez en el 2015, cuando perdieron la Serie Mundial ante Kansas City Royals), recibe en el Citi Field a sus odiados rivales Philadelphia Phillies en el fin de semana, con una sólida ventaja de siete juegos sobre los Atlanta Braves y 10.5 sobre los visitantes Filis.
Los Mets han ocupado la cima de la división por casi toda la temporada (exactamente 125 días desde la jornada inaugural en abril) y aunque dejaron escapar una ventaja que llegó a ser de 10.5 juegos el 1 de junio hasta solo medio juego el 23 de julio, arreglaron las cosas ganando cuatro de cinco encuentros a los Braves el pasado fin de semana en Queens.